La senegalesa Aminatta Diemè es un ejemplo del valor de la educación.
Aminatta Diemè es un ejemplo del valor de la educación en todos los ámbitos de la vida.
Cuando solo era una niña Aminatta tuvo que abandonar el colegio cuando escaseó el dinero en su famlia. Su condición de mujer pesó más en la decisión que sus deseos de aprender y formarse. Pero Aminatta nunca abandonó sus sueños e inquietudes, aunque la falta de formación le llevó a plantearse si alguna vez iba a servir para algo.
Su destino cambió el día que se cruzó en su camino la hermana Regina. Aminatta supo, entonces, de la existencia del Centro Técnico de Formación Femenina Kalasance, que la misionera española dirige en Sam Sam, en Senegal. Un lugar en el que la religiosa hace realidad el sueño de independencia de cientos de jóvenes.
Aminatta empezó a estudiar costura y francés. Su entusiamo y su esfuerzo le llevaron a continuar su formacón con clases de cocina. Ahora dirige una pequeña empresa llamada “Cooperativa de trabajo” con la que se gana la vida. "Ahora -nos dice- se siente una mujer de verdad".
Hoy, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Educación, desde Manos Unidas rendimos homenaje a los millones de mujeres que, como Aminatta, han logrado labrarse un futuro con su esfuerzo y afán de superación.
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