Millones de mujeres no podrán reclamar sus derechos ni el 8 de marzo ni ningún otro día del año.
El viernes 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer; una fecha instituida formalmente por Naciones Unidas en 1975 y que “hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre”[1]. Por tercer año consecutivo, las movilizaciones, protestas y reivindicaciones de las mujeres llenarán las calles, coparán los titulares de los principales medios de comunicación en un movimiento mundial que ya parece imparable.
Pero habrá muchas, millones de mujeres, que no podrán reclamar sus derechos ni el 8 de marzo ni ningún día del año.
Manos Unidas, Organización fundada hace 60 años por mujeres y en la que las mujeres tienen un papel ejecutivo y de gestión fundamental, quiere aprovechar esta jornada para denunciar que la pobreza, que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, es la mayor causa de vulneración de derechos de la mujer. “Una vulneración que comienza casi desde el momento del nacimiento y que se acrecienta ya desde la escuela”, asegura María José Hernando, del departamento de Estudios y de Manos Unidas. “A partir de ahí, las mujeres comienzan a quedarse atrás en el camino del desarrollo, con las consecuencias de marginación y exclusión que la falta de educación y formación conllevan”, explica Hernando.
“Las mujeres menos formadas tienen muchas más posibilidades de pasar a engrosar las estadísticas de la pobreza y serán más vulnerables ante todo tipo de violencia, por desconocer, incluso, su derecho a denunciar y a pedir ayuda”, afirma Hernando.
“En Manos Unidas somos testigos de la discriminación que las mujeres sufren en todos los órdenes de la vida. Con frecuencia, las leyes y políticas, creadas por hombres y ratificadas por gobiernos mayoritariamente masculinos, les impiden acceder a la educación, a la salud, a las tierras, a la herencia o la vivienda en términos de igualdad con los hombres”, expone Hernando. “Y si a eso sumamos tradiciones ancestrales, como el matrimonio forzado, la dote o el matrimonio infantil, que, aunque legalmente abolidos se siguen practicando en numerosos países y que someten a la mujer ante el hombre, nos encontramos con un panorama que aleja bastante a las mujeres de una igualdad que, en muchos países, ni siquiera se atisba en el horizonte”, lamenta María José Hernando.
A lo largo de seis décadas de trabajo, Manos Unidas ha podido comprobar los importantes avances que se han producido en cuestiones de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en muchas comunidades y países del mundo en los que trabaja.
“Pero el camino por recorrer todavía es muy largo porque la desigualdad lleva a las mujeres a ser víctimas del hambre, el analfabetismo, la trata, el desempleo, el trabajo esclavo y la exclusión de la vida pública y del ejercicio del poder”, asegura Hernando.
Por ello, “aunque corresponde a los Estados la obligación de desarrollar leyes y políticas que, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de las mujeres, garanticen sus derechos, las organizaciones de desarrollo como Manos Unidas, trabajamos para dar a conocer y denunciar estas situaciones y promovemos proyectos e iniciativas que permitan a las mujeres desarrollar su potencial en igualdad con los hombres”, continúa María José Hernando.
“En Manos Unidas tenemos comprobado que los proyectos en los que hay mujeres involucradas tienen resultados más exitosos, porque las mujeres se muestran más implicadas en las tareas y comprometidas con que el proyecto dé los frutos deseados”, asegura Isabel Vogel, responsable del Área de Proyectos de la ONG. “Posiblemente por todas las responsabilidades que, desde pequeñas, se ven obligadas a asumir”, explica. “Las mujeres son agentes fundamentales del desarrollo, de creación de renta familiar y de beneficios sociales”, asegura Vogel.
Por eso, el enfoque de género es un eje transversal en todas las iniciativas que lleva a cabo Manos Unidas en los países en los que está presente, si bien la vulnerabilidad especial que padecen lleva a la ONG a apoyar proyectos e iniciativas destinados específicamente a la promoción y formación en derechos de las mujeres, a la lucha contra la violencia de género, a la puesta en marcha de actividades generadoras de ingresos y al fomento de la participación social y política de las mujeres, entre otros. En 2018 Manos Unidas apoyó directamente a más de 800.000 mujeres a través de todos los proyectos aprobados. .
[1] Historia del Día de la Mujer: http://www.un.org/es/events/womensday/background.shtml