Cáritas y Manos Unidas han decidido sumar sus esfuerzos y colaborar de manera fraterna en la puesta en marcha de esta campaña a nivel nacional.
La implementación del derecho a la alimentación en los países en los que no está garantizado es una medida fundamental para eliminar el hambre en el mundo. Para ello, dentro de la Campaña se elaborará un anteproyecto de ley para promover el derecho a la alimentación, que será remitido a los Gobiernos nacionales de cada país para que lo adopten. En el marco de la campaña, además, se abogará también ante las Naciones Unidas para conseguir la realización de una sesión sobre el derecho a la alimentación durante la Asamblea General de 2015.
Dentro de cada país, se identificarán una serie de objetivos nacionales que aborden los temas de la pobreza en sus respectivos territorios, como, por ejemplo, el desperdicio de la comida y la promoción de la horticultura, o realizando acciones de incidencia ante los propios Gobiernos.
La campaña Una sola familia humana, alimentos para todos se basa en el principio de que cualquier cambio real debe originarse primero y sobre todo en nosotros mismos y en nuestra capacidad de ver el rostro de Jesús en quienes padecen hambre. Cuando empezamos a buscar profundamente, en nosotros mismos, nuestro sentir sobre los temas vinculados al hambre, tanto en casa como fuera, nos damos cuenta que solo trabajando como una sola familia humana, con espíritu de compasión y unidad, podremos finalmente poner fin a una grave injusticia: que habiendo alimentos suficientes en el mundo, la gente todavía pase hambre.