Noticias Manos Unidas - Los "Chomekó" de Caradeaux
NOTICIAS 23 de marzo de 2010
LOS "CHOMEKÓ" DE CADADEAUX
El campo de desplazados de Caradeux se encuentra en Demas, un populoso barrio al este de Puerto Príncipe. Se fue formando espontáneamente por familias que perdieron sus casas en el terremoto del 12 de enero. La mayoría de las tiendas están hechas con palos, pedazos de sábanas y cartón. Otras tienen lona más consistente…
Hoy, los propios desplazados calculan que son entre 1.000 y 1.500 familias. Precisamente, en estos momentos el Comité del Campo está levantando un censo, porque algunos se han ido a otros campamentos con mejores condiciones…; pero también llegan nuevas familias. Entre ellos hay varios maestros, e, incluso, algunos universitarios. La mayoría no tienen trabajo. Tampoco lo tenían antes del terremoto.
Aunque hay algo que a todos iguala: son “chomekó”, o “chiriperos”, como les dicen en la vecina República Dominicana, cuyo significado etimológico es fácil de entender: simplemente, viven “de lo que sale”:
El P. Fredy Elie nos explica que el campo está “apadrinado” por la Congregación de la Misión (Padres Paúles), que obtienen recursos de sus comunidades en Puerto Rico para apoyar a los desplazados con alimentos, tiendas de campaña, medicinas, depósitos de agua que de vez en cuando vienen a llenar los camiones…
El Comité está tratado de dar cierta normalidad a la vida del campamento. Hay comisiones de agua, higiene, educación, seguridad… “Cuando aquí se distribuyen alimentos, explica el Padre Fredy, todo se hace en orden y calma, sin problemas. En otros lugares, donde no hay organización de la gente, hasta tiene que ir la policía o la Misión de la ONU. Aquí el Comité organiza todo y hay seguridad”.
Los terrenos donde están instalados pertenecieron al expresidente Aristide, pero ahora son propiedad del Estado y ya se están haciendo gestiones con la Alcaldía para que sean adjudicados legalmente a esta nueva comunidad.
“Algún día, sueña el P. Fredy, aquí habrá una escuela, un centro de salud, una iglesia, un centro para las mujeres…”. De momento, construyen una modesta nave, con unos postes de madera y láminas de zinc, que sirva como centro de reuniones y de distribución. Será el centro neurálgico de esta comunidad improvisada, cuya provisionalidad nadie puede decir cuando terminará.
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