El sábado 12 de enero recibimos en el correo de Manos Unidas una carta de Isa Sola, religiosa de Jesús María, que antes del terremoto que asoló gran parte del país caribeño hace ya tres años, trabajaba en Puerto Príncipe, dedicada a la educación.
Hoy, Isa, la hermana Isa, se dedica a las personas a quienes el terremoto causó graves lesiones físicas y que tienen en sus miembros amputados, el recuerdo permanente de una tragedia que difícilmente podrá olvidarse en Haití.
En el siguiente vídeo de Pueblo de Dios, puedes conocer mejor el trabajo de la hermana Isa.
“Vamos reconstruyendo, curando, reanimando, remontando... aunque hay algo que dudo se cure nunca. Hoy es un día en que el corazón amanece encogido y las lágrimas son fáciles cuando he pasado delante de la escuela, en la iglesia o por esos puntos de la calle donde se amontonaban los cadáveres que la MINUSTAH tenia que recoger con camiones.
Hoy es ese día donde la gente hace su memoria, su oración y su terapia en la iglesia, cantando y rezando con los brazos en alto mientras las lágrimas corren más serenamente.
A las 5 menos diez, como cada año, haremos 10 minutos de silencio para empezar la misa a las 5.
Ese silencio que emociona, duele y sana es necesario repetirlo cada año para recordar a los que nos dejaron y a los que sufrirán sus secuelas de por vida... por ejemplo, para los que yo trabajo. Los amputados. Se que es un día duro para ellos y les escribo un mensaje en el teléfono para decirles que hoy tienen mi oración especial y cuanto los ama Dios que los salvó y los mantuvo con vida.
Ese silencio es necesario para volver a tomar conciencia de en qué manos estamos.
Ese silencio es necesario para celebrar nuestro nuevo cumpleaños porque todos los que sobrevivimos volvimos a nacer.
Haced unos minutos de silencio con nosotros para que nunca olvidemos que estas experiencias solo deben servir para hacernos mas hermanos, mas humanos, mas humildes, mas tiernos...
Gracias por vuestro silencio en el día de hoy.
Un beso. Isa Sola rjm”.
En estos tres años, Manos Unidas no ha dado en ningún momento la espalda al pueblo de Haití. Seguimos pendientes de sus necesidades y apoyando proyectos tendentes a acelerar la vuelta a la normalidad en un país donde todavía las huellas del terremoto se dejan ver en cada esquina. En los tres últimos años se han aprobado 67 proyectos por importe de 5.830.399,47 euros. En un principio estos proyectos se destinaron a la emergencia inmediata, después a la reconstrucción de la infraestructura y el sistema productivo y hoy se trabaja ya en proyectos de desarrollo propiamente dichos, dando prioridad a la educación.