Emilio es salesiano, escribe desde la capital de Mali para contar que, a pesar de la ofensiva militar de los ejércitos francés y maliense para luchar contra los yihadistas del norte, la gente hace vida normal en Bamako, que las cosas funcionan como si no pasara nada. "Y sin embargo está pasando algo muy gordo".
Emilio es salesiano, escribe desde la capital de Mali para contar que, a pesar de la ofensiva militar de los ejércitos francés y maliense para luchar contra los yihadistas del norte, la gente hace vida normal en Bamako, que las cosas funcionan como si no pasara nada. "Y sin embargo está pasando algo muy gordo (...) La prensa no quiere alarmar a la población dando demasiadas cifras pero sabemos que ha habido muchos muertos de un bando y de otro y también civiles".
“Gracias por vuestros correos de apoyo, vuestras llamadas interesándoos por nosotros. Estamos bien. No os preocupéis. Aquí las cosas se van desarrollando tranquilamente.
En Bamako la gente hace vida normal. Cada uno va a sus quehaceres. Todo sigue como antes.Los chicos y chicas acuden cada día a las escuelas y colegios. El lunes comenzará la universidad. Las tiendas, los comercios, el mercado, los taxis, el transporte...todo como si en el país no pasara nada.
Y sin embargo está pasando algo muy gordo. En el norte ya han comenzado los enfrentamientos y combates entre los islamistas y el ejército maliense y francés. La prensa no quiere alarmar a la población dando demasiadas cifras pero sabemos que ha habido muchos muertos de un bando y de otro y también civiles.
Poco a poco seguirán viniendo en apoyo los países limítrofes con un buen número de soldados: Nigeria, Chad, Mauritania, Argelia, Níger, Togo, Benín, Burkina Faso... Por ahora son los militares franceses los que están ayudando más. Gracias a ellos estamos más seguros en Bamako. El ejército del Mali ni está preparado, ni tiene medios. Todo esto les viene grande.
Nosotros estamos tranquilos, serenos y bien. Seguimos dando clases y atendiendo a la parroquia y con nuestra presencia dando ánimos a la gente. Sabemos que esto no acabará mañana y que va a durar bastante tiempo. Seamos pues pacientes y recemos para que el buen Dios escuche nuestra oración que es una oración por la paz en el Malí y porque la paz reine en cada corazón de los malienses y de los que estamos trabajando aquí.
Emilio. Religioso salesiano"