Hoy, cinco de septiembre, se celebra por primera vez el Día de la Beneficencia, una jornada instituída por la Asamblea General de Naciones Unidas en reconocimiento a “los esfuerzos de las organizaciones de beneficencia y de particulares” y en recuerdo a la madre Teresa de Calcuta, fundadora de las congregaciones de Misioneros y Misioneras de la Caridad, para servir a los enfermos y abandonados.
En su escrito publicado el pasado 14 de diciembre de 2012, la Asamblea General de Naciones Unidas reconoce “el papel de la beneficencia a fin de mitigar las crisis humanitarias y el sufrimiento humano, dentro de los países y entre estos”, e invita a “celebrar de manera adecuada el Día Internacional de la Beneficencia, alentando a esta, por ejemplo, mediante actividades educativas y de concienciación”.
Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)
La Madre Teresa fundó la congregación llamada las Misioneras de la Caridad. Su trabajo inicial fue el de enseñar a leer a los niños pobres de la calle. En el año 1950, la Madre Teresa empezó a ayudar a las personas enfermas de lepra. En el año 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Desde entonces, por todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.