El Papa Francisco interviene ante la 70 Asamblea General de la ONU e inaugura la Cumbre que aprobará la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible este fin de semana. La defensa de los más desfavorecidos y el cuidado del medio ambiente, han sido sus ejes fundamentales, en un discurso calificado de "histórico" y que Manos Unidas ha podido escuchar en directo.
Esta mañana, tal y como estaba previsto en su agenda del viaje oficial a Estados Unidos, el Papa Francisco se ha dirigido a la 70 Asamblea General de las Naciones Unidas inaugurando la Cumbre que tiene lugar este fin de semana en Nueva York y en la que se está aprobando la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
Francisco ha iniciado su intervención alabando lo conseguido por la ONU en estos 70 años, pero ha resaltado que es necesaria “la reforma y la adaptación a los tiempos” para “conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real y equitativa en las decisiones” y ha recordado que “los Organismos Financieros Internacionales han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia.”
El Papa Francisco ve motivos de esperanza, tanto en esta Cumbre sobre Desarrollo Sostenible como la próxima Conferencia sobre Cambio Climático COP21 que tendrá lugar en diciembre en París, y ha querido alzar la voz junto a quienes reclaman “soluciones urgentes y efectivas” deseando que ambas citas logren “acuerdos fundamentales y eficaces”.
Según Francisco, “la medida y el indicador más simple y adecuado del cumplimiento de la nueva agenda para el desarrollo será el acceso efectivo, práctico e inmediato, para todos, a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda propia, trabajo digno y debidamente remunerado, alimentación adecuada y agua potable; libertad religiosa, y más en general libertad del espíritu y educación”, todo ello con el derecho a la vida y a la existencia como fundamento común.
En la línea con su última encíclica, Francisco ha denunciado los abusos de poder, recordando que existe un verdadero "derecho del ambiente" porque los seres humanos vivimos en comunión con él y por el valor intrínseco de cada criatura y su interdependencia.
Por último, el Papa ha recordado que para que los “hombres y mujeres concretos puedan escapar de la pobreza extrema, hay que permitirles ser dignos actores de su propio destino” y ha denunciado que “la crisis ecológica, junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad, puede poner en peligro la existencia misma de la especie humana.”
El Papa Francisco es el quinto pontífice que interviene en la ONU pero su presencia y el discurso que ha pronunciado hoy ha sido calificado de “histórico” por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon. No ha sido ninguna coincidencia que su presencia inaugure la nueva Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, ya que, tal y como ha expresado Moon, la última encíclica del Pontífice está siendo inspiradora para todos por su defensa de la “casa común”, y porque la voz del papa es “la voz de la conciencia”.