Manos Unidas ha aprobado en estos días una ayuda de emergencia de 30.232 euros para ayudar 7.000 personas directamente afectadas por las inundaciones que a finales del mes de junio afectaron a la población de Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo. La ayuda servirá para atender las necesidades más urgentes de 1.657 familias de la Diócesis de Chittagong, al sur del país.
Manos Unidas ha aprobado en estos días una ayuda de emergencia de 30.232 euros para ayudar´a 7.000 personas directamente afectadas por las inundaciones que a finales del mes de junio afectaron a la población de Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo.
Ante las incesantes lluvias que se produjeron en el mes de junio, la población de distritos de Bandarban, Rangamati y Khagrachori, pertenecientes a la diócesis de Chittagong, al sur de Bangladesh, se vio dramáticamente afectada por los desbordamientos de los ríos, las inundaciones y los deslizamientos de tierras.
Las casas, en estas aldeas, estaban construidas con bambú y han desaparecido por completo. Las cosechas de arroz, verduras, bananas y otros frutales han resultado totalmente anegadas por el agua y posteriormente por el barro y el lodo. En los internados misioneros han resultado anegadas las cocinas, despensas y leñeras dejando a los niños sin alimentos ni agua potable. Las carreteras han quedado impracticables, siendo muy difícil poder acceder a estas aldeas con el consiguiente problema de abastecimiento de comida y medicinas; ahora mismo, al no disponer de agua potable, ni de sistema sanitario, las enfermedades empiezan a causar estragos entre la población.
Ante la situación, el Obispado de la Diócesis de Chittagong se ha puesto en contacto con Manos Unidas y en estos días hemos aprobado una ayuda de emergencia de 30.232 euros con la que se ayudará directamente a 208 aldeas y 1.657 familias gravemente afectadas que han perdido, no sólo sus viviendas, sino todas sus propiedades, ganado y cosechas, que son su principal modo de vida.
La primera ayuda y la más inmediata será la compra de alimentos suficientes para los próximos dos meses y que irán destinados a los 750 niños alojados en los internados de la diócesis y que han quedado aislados. Asimismo, se adquirirán medicinas de primera necesidad para 7.000 personas. La ayuda servirá para reparar 50 casas más dañadas y los pozos de agua potable anegados de los que dependen 5.000 personas. Además de ayudar a reconstruir los senderos y puentes de acceso a estas poblaciones remotas, que han quedado aisladas por completo.