El pasado fin de semana, los actos de protesta contra la revista Charlie Hebdo se saldaron con varios muertos y numerosas ataques a iglesias y propiedades cristianas, entre ellas, las que las hermanas de la Asunción tienen en Zinder, la segunda ciudad en importancia de Níger.
El pasado fin de semana, los actos de protesta contra la publicación de la caricatura de Mahoma en la revista Charlie Hebdo se saldaron con varios muertos y numerosas ataques a iglesias y propiedades cristianas, entre ellas, las que las hermanas de la Asunción tienen en Zinder, la segunda ciudad en importancia de Níger. Pilar Basagoiti, hermana de esta congregación religiosa, con quienes Manos Unidas trabaja hace muchos años en diversos países de África, lamenta unos hechos con los que los islamistas radicales sembraron el terror entre la comunidad cristiana.
"Mis hermanas están bien", asegura la misonera española. "En unos días, quizá hoy, las trasladarán a Burkina Faso donde podrán recuperarse del susto y descansar". Porque, desde que se produjeron los hechos, las religiosas y otros grupos cristianos de la comunidad, están alojados en la comisaría de policía, al cuidado de las fuerzas del orden.
"Lo han quemado todo: la iglesia, la escuela (que construyó Manos Unidas), los coches...". También quemaron la casa de los redentoristas y la de las otras hermanas "que también ayudásteis a construir vosotros", lamenta Pilar. "En cambio, en el barrio de los leprosos, no tocaron nada".
Zinder siempre ha sido una ciudad muy pacífica, donde la mayoría musulmana convive sin tensiones con personas de otras religiones. "Los ataques contra nosotros se han producido porque sí, solo porque somos católicos". "La gente, de repente, relacionaba a todos los blancos con los franceses y con lo que había sucedido en París", afirma la religiosa.
Las misioneras tuvieron que esconderse de los atacantes en una ducha, "desde donde oían todo lo que estaba pasando. No pudieron salir hasta que llegó la policía a ayudarlas", nos informa la hermana Pilar. "Salieron de allí con lo puesto". "Y lo que son las cosas, para que se vea que en Níger la gente es buena, que esto es obra de unos pocos: las mujeres musulmanas son las que se encargan de llevarles la comida todos los días a la comisaría".
Con motivo de estos ataques, el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, se dirigió a sus conciudadanos:
"Estimados conciudadanos,
Lo que ha ocurrido aquí en Zinder ayer y hoy en Niamey nos da que pensar. Estas iglesias que son quemadas, ¿podemos aceptar que lo sean en nombre de nuestra religión? ¿De qué hecho son culpables las iglesias y los Cristianos de Níger? Los que saquean estos lugares de culto, que los profanan, que persiguen y matan a sus compatriotas Cristianos o extranjeros que viven en nuestro país, no han comprendido nada del Islam. Dan de nuestro país tan acogedor y de nuestros pueblos tan hospitalarios, una muy mala imagen.
(...) Condenamos estas agitaciones, deploramos las pérdidas de vidas humanas y el elevado número de heridos tanto del lado de los manifestantes, de los ciudadanos inocentes, como del lado de las fuerzas del orden de las cuales alabo su sangre fría, su valor y su profesionalidad".