Recientemente tuvo lugar en Senegal el Encuentro Regional del Programa Karonghen 2, que reunió a comunidades de la Casamance para reflexionar sobre retos de cara al desarrollo sostenible. La actividad forma parte del Convenio ejecutado por Manos Unidas, sus socios locales y la Cooperación Española.
Recientemente tuvo lugar en Ziguinchor el primer Encuentro Regional del Programa Karonghen 2, que reunió a comunidades del departamento de Bignona y otras poblaciones vecinas para la reflexión conjunta sobre las problemáticas y retos de cara al desarrollo sostenible de la zona.
La actividad se realizó en el Seminario Saint Louis de Ziguinchor, en la región senegalesa de la Casamance, y forma parte del Convenio 14-CO1-533, puesto en marcha por Manos Unidas y sus socios locales del Centro de Promoción Social y Agrícola con apoyo de la Cooperación Española.
Al encuentro fueron convocadas en torno a 800 personas entre población y autoridades locales, contando además con la participación de representantes de la oficina de la AECID en el terreno. Durante dos días las comunidades pudieron compartir sus preocupaciones e iniciativas en cuanto a los derechos de la mujer, las dificultades de la comercialización de los productos agrícolas y forestales, los derechos de la infancia y el cuidado del medio ambiente, ejes fundamentales para lograr un desarrollo sostenible.
Uno de los mayores retos fue la logística y la organización del evento, dadas las grandes dimensiones de la convocatoria, la alta tasa de participación y las condiciones sociales de la región. Tanto los participantes como las autoridades resaltaron el éxito de la iniciativa, considerando las escasas oportunidades que se presentan para el intercambio y la comunicación entre las distintas poblaciones. Esto se debe a las barreras que supone la escasez de infraestructuras de transporte, lo que dificulta en gran medida los desplazamientos de sus habitantes, y a las huellas del conflicto que aún existe en ese territorio del país.
Tras la apertura del encuentro, que contó con un grupo folclórico muy querido por los participantes, se dio inicio a los debates y la reflexión colectiva, lo que se plasmó finalmente en una puesta en común durante la plenaria del segundo día. Como conclusiones de la actividad, destacan la visión compartida sobre la importancia de estos intercambios para fomentar la cohesión entre la población, así como el ánimo de continuar con el trabajo en temáticas tan decisivas como la generación de ingresos, los derechos de la mujer y la infancia y el cuidado del medio ambiente.
Las buenas sensaciones y los resultados positivos del evento, respaldados por la activa participación de los asistentes, suponen un gran impulso para el Convenio y su componente de sensibilización, con el objetivo de seguir aportando herramientas para la creación de redes y la apropiación por parte de las comunidades de ejes vitales para el desarrollo en sus territorios.
