Condenamos el asesinato de un indígena y los ataques sufridos en Mato Grosso #Brasil

Desde Manos Unidas condenamos el asesinato el pasado 14 de junio de Cloudione Souza, indígena Kaiowá, y los ataques sufridos que han dado como resultado al menos diez heridos en una comunidad del municipio de Caarapósur en el centro oeste de Brasil (Mato Grosso do Sul). Manos Unidas trabaja en la zona con el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), que nos ha informado del suceso.

Desde Manos Unidas nos hacemos eco y condenamos el asesinato de Cloudione Souza, de la comunidad indígena Kaiowá, asesinado el pasado 14 de junio en un ataque en la comunidad Tey’i Jusu dentro de la Tierra Indígena (TI) Dourados-Amambai Pegua I, en el municipio de Caarapó, en Mato Grosso do Sul (MS) en Brasil.

Cloudione, de 26 años, que era agente de salud indígena, fue disparado en tierras situadas a 273 Km. de la capital del estado, Campo Grande. Y según ha informado nuestro socio local en Brasil, el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), el tiroteo también dejó diez heridos, entre los que se encontraba un niño. Miembros de la comunidad pudieron grabar el ataque desde la distancia. En la grabación (gentileza de Campanha Guarani) se pueden escuchar disparos y gritos, y se aprecia un incendio en uno de los campos.

Según ha contado Matias Benno, misionero del Consejo Indigenista Misionero-Regional Mato Grosso do Sul (CIMI-MS), en Mato Grosso do Sul, el ataque pudo ser promovido por un grupo de hacendados y pistoleros y aunque es difícil saber cuántos eran los indígenas aseguran que llegaron numerosas camionetas. El suceso ha ocurrido cuando cerca de 300 Guaranis y Kaiowás luchaban por sus tierras, unas 5.000 hectáreas dentro de los límites de la TI, cuando el área total del territorio es de 55.000 hectáreas (así ha informado al periódico Brasil de Fato).

En la nota, la Secretaria Especial de Salud Indígena del Ministerio de la Salud (Sesai/MS) manifestó el “pésame a los familiares” de Cloudione. “El joven agente fue muerto cobardemente, por hombres armados que tiraron a cerca de mil indígenas, incluyendo cuatro agentes de salud indígena, que estaban reunidos en el territorio próximo a la aldea Te'Yikuê”, según dice el documento.

Manos Unidas trabaja en la zona con el Consejo Indigenista Misionario (CIMI) y precisamente en esta zona del Tierra Indígena Kaiowá-Guarani de Panambizinho donde viven 88 familias y que fue la última en ser homologada en 2005 a favor de los indígenas, acabamos de apoyar el proyecto "FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y DE LA CULTURA DE COMUNIDAD INDÍGENA" para beneficiar y favorecer el derecho a la alimentación, la soberanía alimentaria y la mejora de las técnicas agroecológicas y de agricultura que asegure el correcto desarrollo y vida de estas personas que forman parte del mayor pueblo indígena de Brasil y cuya mayoría ha sido expulsada de sus tierras tradicionales para vivir hacinados en pequeñas reservas o al borde de la carretera.

Indígenas Kaiowá-Guaranís de Mato Grosso do Sul Brasil- Foto Ruy Sposati/ Cimi

LA CPI DEL GENOCIDIO

Los casos de violencia practicados contra los pueblos indígenas entre 2000 y 2015 fueron llevados a la Asamblea Legislativa de Mato Grosso do Sul, a través de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), que quedó conocida como la CPI del Genocidio. El relatorio, que fue concluido el último día 9, dispensó la actuación del Estado en los crímenes. “Los diputados, ciertamente, alineados a los intereses ruralistas del estado dicen que no hubo responsabilidad del Estado ni qué ataques ocurrieron contra los indÍgenas. Y hoy tuvimos un caso más”, expresó Benno.

Según informa Survival, durante una visita a Europa el mes pasado para buscar apoyos para su pueblo, el líder indígena guaraní Tonico Benites declaró: “Un lento genocidio está aconteciendo. Se está librando una guerra contra nosotros. Estamos asustados. Asesinan a nuestros líderes, esconden sus cuerpos, nos intimidan y nos amenazan”. “Siempre estamos luchando por nuestra tierra. Nuestra cultura no permite la violencia, pero los ganaderos nos matarán antes de devolverla. La mayor parte de la tierra fue ocupada en los años 60 y 70. Los agroganaderos llegaron y nos echaron. La tierra es de buena calidad, con ríos y bosque. Ahora es muy valiosa”. 

Mapa de situación

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