Javi Nieves y Mar Amate, las voces del programa estrella "La Noche de Cadena 100", viajaron a Cotonou (Benín) para poner rostro a las jovencísimas madres que, junto a sus hijos, han convertido una casa de acogida apoyada por Manos Unidas en un verdadero hogar.
En la Maison du Soleil, la joven Esperanza, casi una niña, encontró lo que, a pesar de su corta edad, la vida parecía empeñada en negarle: una puerta abierta a un futuro alejado de las inhóspitas calles de Cotonou, para ella y para el pequeño Bernabé; un niño, cuyo nacimiento, hace algo más de un año, nadie festejó. La venida al mundo de este hijo fue para Esperanza sinónimo de rechazo y abandono.
Las historias de esta joven mamá y las de sus compañeras en la casa de acogida, cala hondo en los corazones de Javi Nieves y Mar Amate, dos de las voces más conocidas de la radio española y conductores del programa estrella de la Cadena 100. Los periodistas se trasladaron a Benín en un viaje relámpago, para poner voz y rostro a unas niñas que, sin saberlo, se habían convertido en protagonistas de una de las citas musicales más importantes del año: “La Noche de Cadena 100”.
Javi y Mar compartieron una mañana con estas jóvenes mamás para quienes, más allá de un centro de acogida, la Maison du Soleil es un hogar en el que comparten penas y sueños con otras niñas que están en su misma situación. Allí, con apoyo de las hermanas salesianas y de Manos Unidas, las pequeñas aprenden a cuidar de sus hijos y reciben formación para poder hacer encarar la vida con confianza. Después de la visita, el recorrido por las calles de la ciudad sirvió a Javi y a Mar para comprender la importancia de esta casa de acogida y la necesidad de ampliar y reformar sus instalaciones para dar cabida a otras muchas jóvenes madres. Bastaron solo un par de horas para que las voces de la radio se llenaran de incredulidad, dolor e indignación.
Después de la visita, el recorrido por las calles de la ciudad sirvió a Javi y a Mar para comprender la importancia de esta casa de acogida, y la necesidad de ampliar y reformar sus instalaciones para dar cabida a otras muchas jóvenes mamás.
Manos amigas
Las calles de la capital del país africano y, sobre todo, los angostos callejones del inmenso mercado de Dantopka, atrapan en una espesa red a miles de niños víctimas de adultos desaprensivos, que trafican con los cuerpos y los sueños de estos pequeños. Decenas de miles de niños son vendidos cada año a las mafias. A veces, el precio de estos niños no llega a los 10 euros. El engaño y la promesa de una vida mejor mueven a los padres de estos pequeños a desprenderse de ellos. En otras ocasiones el motor son la desesperación y la pobreza. Y en otras lo son el secuestro o el abuso de poder. Muchas razones que terminan en Dantopka. Allí llegan los autocares, repletos de pequeños provenientes de las zonas rurales y de países limítrofes, que descargan su valiosa mercancía ante la indiferencia de la mayoría. La pobreza de la ciudad muestra su lado más cruel en ese inmenso agujero que engulle con ansia las vidas de estos niños.
Pero los niños saben que en medio de ese laberinto hay un camino a la esperanza. Un sendero que recorren cada día entre los oscuros callejones del mercado, para encontrarse con la mano amiga de los hermanos y hermanas salesianas, que los cuidan, apoyan y protegen. Un camino en el que estará también, mientras sea necesario, Manos Unidas.
En Benín, Javi Nieves y Mar Amate, las voces de la radio, se convirtieron en oyentes. Y, durante las 24 horas escasas que duró su viaje al país africano, histórica ruta del tráfico de esclavos, las voces que escucharon les hablaron de tristeza y dolor, pero también de lucha y esperanza. Grabadas en sus corazones para siempre, estas voces multiplicarán su efecto a través de las ondas con la convicción de que hay mucho por hacer y se puede hacer mucho. ¡Gracias!
Texto de Marta Carreño.
Este artículo fue publicado en la Revista de Manos Unidas nº 200 (Junio-Septiembre de 2016).