Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.
Nuestro socio local, la Asociación ATIL, a partir de una serie de actividades previas, y de la corroboración de que uno de los fenómenos que se derivan de la exclusión socioeducativa es la socialización de la violencia como medio de expresión de los jóvenes, ha establecido un plan de acción que incide directamente en la prevención de la radicalización violenta de los jóvenes vulnerables en riesgo de exclusión social.
Este proyecto, cuyo fin es la prevención de la radicalización violenta de los jóvenes, se ubica en el norte del Reino de Marruecos, en la región Tánger-Tetuán, Alhucemas, prefectura de Tetuán. En concreto, la intervención se realizará en el distrito periurbano de Coelma, el cual se caracteriza por sus altos indicadores de exclusión social; la falta de servicios públicos básicos; las altas tasas de paro y de abandono escolar; la inseguridad ciudadana generalizada; la delincuencia juvenil; el tráfico de drogas; y la existencia de antecedentes de radicalismo con detección de focos de captación en la zona.
Coelma posee unas infraestructuras débiles y otras carencias urbanísticas. Un 80% de las viviendas son ilegales (construidas en terreno "no edificable"), hay una alta densidad de población pero escasa presencia de los servicios públicos y ausencia de espacios de ocio para los jóvenes. La población, aglutinada en el distrito, presenta una gran diversidad cultural, desde familias que llevan varias generaciones residiendo en la zona, hasta familias que provienen de zonas rurales y población emigrante.
Nuestro socio local, la Asociación ATIL -Asociación Tetuaní de Iniciativas Socio Laborales- a partir de una serie de actividades previas, y de la corroboración de que uno de los fenómenos que se derivan de la exclusión socioeducativa es la socialización de la violencia como medio de expresión de los jóvenes, ha establecido un plan de acción que incide directamente en la prevención de la radicalización violenta de los jóvenes vulnerables en riesgo de exclusión social.
El plan, siempre desde un enfoque social participativo, prevé mejorar las capacidades de los beneficiarios de la acción: titulares de derechos, titulares de obligaciones y titulares de responsabilidades (jóvenes, padres y madres y profesores/as de los centros educativos y educadores que forman parte de OSC; organizaciones de la sociedad civil e Instituciones Públicas). Para lo cual, se buscará:
Generar cambios de actitudes y comportamientos en la comunidad educativa.
Se fortalecerá el tejido asociativo de base dotándolo de capacidades para diseñar y poner en marcha actividades lúdicas y formativas para los jóvenes.
Se reforzará la coordinación entre diferentes instituciones para desarrollar estrategias conjuntas.
Para poner en marcha el proyecto, ATIL solicita ayuda a MMUU para cubrir el coste del personal necesario:
Dos formadores, un responsable de seguimiento y un coordinador.
El socio local aporta su oficina equipada y los costes de su funcionamiento, y los organismos locales los centros educativos para las formaciones y encuentros. Porcentajes aportes: Manos Unidas 80%; Socio local y Otros 20%. Con este proyecto piloto se establecerán los mecanismos para que jóvenes en riesgo de exclusión social no encuentren en la violencia y en la radicalización su medio de expresión. Beneficiarios directos: 275, de los cuales 115 son mujeres y 160 hombres, e indirectos 2.000.
Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.