En estos momentos, hemos querido dar voz a los que trabajan con los más vulnerables.
Aunque el número de contagiados y muertes en África no alcanza las desmesuradas cifras que se están viendo en Europa, la situación preocupa enormemente porque ya son 50 los países, de los 54 del continente, que ha reportado casos de infección por Coronavirus en su territorio.
Esta rápida y amplia expansión puede ser muy peligrosa en un continente en el que las deficiencias sanitarias y el difícil acceso al agua potable complican mucho las tareas de prevención.
La hermana Braquehais, misionera mallorquina de la Congregación Pureza de María en Ngovayang (Camerún), nos cuenta lo siguiente: " Es verdad que la República Democrática del Congo tiene mucha experiencia en la lucha contra el ébola, pero la rapidez y velocidad del contagio por coronavirus suponen una gravísima amenaza. Pienso, por ejemplo, en nuestra misión. El Hospital de Ngovayang no tiene médico y faltan todo tipos de medicamentos tan básicos como el paracetamol. Es un ejemplo gráfico de la falta de hospitales, centros de salud y profesionales, lo cual sería catastrófico si se expande la pandemia". Testimonio completo
El padre Konteh, director ejecutivo de Caritas Freetown de Sierra Leona, dice: "Estamos poniendo todos los sistemas en movimiento pero no es posible decir que estemos absolutamente preparados para ello siendo un país con un ventilador para unos 7 millones de personas; un país con 7,5 millones de personas y solamente unos doscientos médicos; un país que mantiene sus presupuestos en un 70% en donaciones. No, no diría que estemos preparados para esta crisis, queda mucho por hacer. Necesitamos mejorar nuestro sistema sanitario, necesitamos más médicos, especialistas y equipamiento". Testimonio completo
Misionera colombiana en Koulikoró (sur de Mal), Janeth nos explica: "Por eso necesitamos continuar trabajando y alimentando la esperanza de la gente. Hoy las salas de formación están desiertas. El Centro Madre Bernarda, el Centro Profesional Ana Coulibaly y las actividades de nutrición en pausa, solo en pausa, porque los teléfonos no paran de sonar". Testimonio completo
Lázaro Ansola, misionero zaragozano en Zimbabue, escribe: " Confieso que yo, también, estoy infectado por un virus, un virus que no sé muy bien cuándo entró en el fondo de mi alma, estando en África, y cambió mi forma de mirar la vida y entender que, solo desde el día a día, con la confianza puesta en Jesucristo y en el servicio a los más empobrecidos, puedo vivir feliz aceptando el plan de Dios en mi vida. Saberme vulnerable, pequeño, débil, frágil, impotente –pocas cosas puedes controlar en este bendito continente– y pecador; me ayuda a vivir sin miedo todos los acontecimientos, problemas y circunstancias del carpe diem de mi vida en Zimbabue". Testimonio completo