Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.
MMUU colabora en la construcción de un colegio en las colinas de Chessore, en el estado de Nagaland, India, uno de esos lugares casi olvidados del mundo
En las aldeas alrededor de las colinas de Chessore (distrito de Tuensang), estado de Nagaland, al Noreste de la India, viven 1.300 familias muy pobres de la tribu Yimchungru. Estas familias sufrieron persecución étnica y huyeron de la ciudad de Tuensang para refugiarse en Chessore en diciembre de 2014.
Chessore es tierra de montañas y valles, en sus alrededores se encuentran 15 aldeas situadas a una distancia entre 3 y 10 Km. Es un lugar remoto y desatendido en cuanto a comunicaciones, carreteras y sanidad, a 13 horas de coche de las principales ciudades de Nagaland. La tierra es fértil, hay agua suficiente y nadie muere de hambre, siempre y cuando no se produzca un desastre natural. La sociedad es patriarcal, las mujeres no participan en actos públicos ni forman parte de las organizaciones sociales, aunque gozan de cierta autonomía en las decisiones familiares. El alcoholismo es un mal habitual entre los hombres y, en ocasiones, un generador de violencia doméstica.
Sus habitantes se dedican a cultivar la tierra, fundamentalmente arroz y maíz, utilizando la técnica agrícola del jhum (quema de terreno) que es muy antigua y extremadamente perjudicial para el medio ambiente. Es una población marginal que vive por debajo del umbral de la pobreza con un índice de alfabetización, donde se localiza este proyecto, del 40%, cuando en el estado de Nagaland es del 80%.
La dificultad del terreno y la falta de comunicaciones hasta las ciudades ha propiciado que esta área no haya tenido ningún tipo de desarrollo, que carezca de escuelas adecuadas y que sea difícil su construcción y de encontrar profesores
La Diócesis de Kohima gestiona un colegio privado de primaria en Chessore: St. Chistopher School, con 453 alumnos (249 niños y 204 niñas). En 2019 abrió el nivel VIII (2º ESO) para estudiantes de 13 años y en 2020 ha ganado el Pallikkutan National Golden Award a la innovación en la educación. Sin embargo, el edificio está construido con ramas, bambú y barro, y es pequeño para la demanda. Además, los aseos son insalubres y los niños pasan mucho frío porque la escuela se encuentra a una altitud de 1.554 m.
Para mejorar y ampliar el nivel educativo de los jóvenes, Manos Unidas financia la construcción de la primera planta y los aseos de un nuevo edificio al que trasladar a los niños ahora alojados en el edificio temporal, para que en el futuro el colegio llegue al nivel X (4ºESO, 15 años)
La construcción presenta una enorme dificultad logística debido a lo remoto del lugar, las malas carreteras, los estrechos puentes y la actividad de grupos armados. Los materiales tienen que ser trasladados desde ciudades a 13 horas y en ocasiones la carga tiene que ser trasladada a camiones más pequeños o furgonetas para poder pasar por las estrechas carreteras. En la actualidad la mayoría de los materiales ya están en el emplazamiento y se empezará la construcción cuando termine el monzón, que este año está siendo especialmente fuerte y largo.
Los beneficiarios directos de este proyecto son 505 niños y niñas
Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.
