[Coronavirus] Emergencia post-coronavirus mejora acceso Derechos Humanos mujeres y menores migrantes

 La Delegación Diocesana de Migraciones en Nador y Manos Unidas tienen una trayectoria de iniciativas conjuntas y mantienen un diálogo constante. Se trata de un socio local que imprime un gran dinamismo en sus propuestas.

Marruecos. Foto: Manos Unidas

El proyecto se ubica en la región Oriental del Reino de Marruecos y en concreto en los bosques cercanos a Nador y en los barrios periféricos de Oujda. La situación de Nador, a 14 km Melilla, determina la represión, vulneración de derechos y falta de libertad de circulación de las personas migrantes.

El endurecimiento de los controles fronterizos y la externalización de la política migratoria de la UE ha provocado la intensificación de la violencia arbitraria contra estas personas.Como resultado, sobreviven en condiciones muy precarias en campamentos de los bosques de Nador, tienen limitado el acceso a servicios básicos y grandes dificultades para obtener ingresos.

En Oujda, ciudad más alejada de la frontera con la UE, la presión policial es menor y los migrantes tienen una relativa libertad de movimiento. No obstante, su proximidad con Argelia le imprime el carácter de ciudad fronteriza: llegada de migrantes en circunstancias de vulneración grave de sus derechos después de un camino en el que han sufrido difíciles condiciones de alimentación, higiene y nutrición y en el que han sido víctimas de diferentes tipos de violencias.

La situación de las mujeres es especialmente preocupante por su constante exposición a ser víctimas de violencia de género y a caer en redes de trata. En la ruta migratoria, la violencia sexual se utiliza contra ellas como método de extorsión para avanzar en la ruta y para atravesar las fronteras, lo que les causa  embarazos no deseados, contagios de ETS, y traumas físicos y psicológicos

Por otro lado, la situación de exclusión en la que viven los menores atenta contra sus derechos a la educación, salud, y a una vida digna y condicionan su desarrollo vital y las oportunidades que pueden tener a lo largo de su vida (malnutrición, traumas emocionales y psicológicos). Los menores no acompañados sufren, además, una gran invisibilidad. Con frecuencia, niños y niñas nacen en el camino y se ven desposeídos de nacionalidad, quedando en situación de total desprotección.

En Marruecos, bajo el impulso del Rey Mohamed VI, se han realizado dos procesos de regularización que han sido insuficientes debido a las rígidas exigencias. 

Por tanto, mujeres y menores son dos colectivos que ven vulnerados sus derechos en una situación crónica de crisis humanitaria y cuya situación de abandono institucional se ha agravado debido a la emergencia de la Covid-19.

Esta iniciativa de Emergencia tiene como objetivo ofrecer una respuesta inmediata a la crisis migratoria en la frontera sur de Europa y a la situación excepcional de emergencia que se ha visto agravada por la pandemia de la Covid-19 y las medidas de seguridad derivadas de la misma

Para llevarla a cabo, contamos con la colaboración de la Delegación Diocesana de Migraciones en Nador, entidad de la Diócesis de Tánger creada en julio de 2011. La buena coordinación de sus equipos, multiculturales y muy jóvenes, abre la puerta a un nuevo enfoque del fenómeno migratorio más innovador y efectivo tanto por el uso de la tecnología como por la identificación de las causas de la migración en los países de origen para minimizar los riesgos durante la ruta migratoria.

Además,la DDM en sus planteamientos integra la perspectiva de género y presta especial atención a la situación de las mujeres migrantes por su situación de gran vulnerabilidad.

A su vez, dada la magnitud y complejidad del fenómeno migratorio, promueve el trabajo en red con:

  • La colaboración con todas las personas, instituciones, organizaciones y servicios de la Iglesia
  • Las instancias civiles, sociales y de la administración pública o de la iniciativa social, como ONG y asociaciones

De esta manera, la DDM solicita ayuda a Manos Unidas (93% del proyecto) para la ejecución de una serie de actividades reunidas en torno a dos ejes de intervención:

  1. Salud (diagnósticos, atención médica por medio de la mediación con los servicios sanitarios públicos marroquíes, y compra de medicamentos y material médico) y
  2. Ayuda humanitaria de emergencia (distribución de bienes de primera necesidad: alimentos, kits materno-infantil, de higiene mujer, de protección,  etc. y el 60% del salario de una trabajadora social). El SL aportará el 40% del salario de la trabajadora social.

La viabilidad de la iniciativa se garantiza por:

  • La participación de los beneficiarios en el diagnóstico;
  • El respeto de su intimidad y opiniones; la adecuación con la Estrategia Nacional sobre Migración y Asilo y con la Convención de Ginebra de la que Marruecos es país signatario;
  • El compromiso del equipo multidisciplinar de la DDM y sus buenas relaciones y acuerdos con instituciones locales y la sociedad civil.

La sostenibilidad se garantiza porque el proyecto se encuadra en el marco de la actuación global de la DDM por lo que se seguirá desarrollando una vez finalizada la ayuda externa. 

Los beneficiarios directos son 300 personas (mujeres y menores migrantes en situación de especial vulnerabilidad) y a 900 indirectos (comunidades y familias)

 

 

Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.

Dóna

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