¿Cuál es el camino a seguir en América Latina?

Socios locales de Manos Unidas reflexionan sobre los retos del continente.

Foto Antonio Montero/Manos Unidas

Desde que comenzó la pandemia –que está provocando la peor crisis sanitaria, económica y social desde la Segunda Guerra Mundial–, hemos estado en contacto con nuestros socios locales en América Latina para conocer sus necesidades. Con este objetivo realizamos una encuesta con veinticuatro de ellos para estudiar con detalle los principales impactos y establecer un marco de actuación estratégico. 

La primera conclusión es que la pandemia, lejos de estar acabando, está siendo especialmente grave en el continente americano. Según la OMS, la mayor parte de los países con peores indicadores se encuentra en Latinoamérica.  

Asimismo, las repercusiones económicas van a ser enormes y prolongadas en el tiempo, con un aumento de la pobreza y la desigualdad que afectará especialmente a los colectivos más vulnerables. Los gobiernos han abandonado no solo al sector informal, sino también a la pequeña empresa, en especial el sector turístico, la hostelería y los servicios, lo que ha incrementado los niveles de desempleo. 

América Latina, Perú - Foto Ana Castañeda/Manos UnidasEn este contexto, la ayuda humanitaria seguirá siendo fundamental. Muchos países van a continuar necesitando material sanitario y reparto de alimentos, quizá ya de manera más selectiva para apoyar de forma específica a las comunidades más afectadas.  

Las repercusiones económicas van a ser enormes y prolongadas en el tiempo, con un aumento de la pobreza y la desigualdad que afectará especialmente a los colectivos más vulnerables.

No obstante, nuestros socios nos confirman que los proyectos de desarrollo siguen siendo estratégicos en sectores en los que Manos Unidas venía trabajando durante años. Es el caso de los proyectos de acceso a agua potable, la protección de las fuentes y su uso racional, así como las iniciativas agroecológicas que apoyamos con fines de autoconsumo y comercialización; un campo de actuación que, con la soberanía alimentaria como horizonte, ha resultado un acierto para fortalecer la economía social y solidaria de las comunidades.  

Las comunidades indígenas, campesinas y migrantes han quedado muy desprotegidas ante la pandemia, lo que es más patente para los habitantes de la Amazonía, víctimas de un olvido histórico. Es necesario abordar acciones que defiendan a estas comunidades, sus derechos y tradiciones, para que participen activamente en la gobernanza de sus territorios, y, de igual modo, resulta acuciante acompañar a migrantes y refugiados que han visto y verán incrementadas la vulneraciones de sus derechos. 

Perú - Foto Manos UnidasLos intentos de educación a distancia, con las escuelas cerradas, han fracasado en amplias zonas rurales sin suministro eléctrico ni cobertura de internet y, por supuesto, sin ordenadores ni tabletas para los jóvenes y niños. Son los gobiernos, no las ONG, quienes tienen que solucionar este serio problema que ha causado no solo retrasos en la educación sino muchos casos de abandono escolar...

En estos meses se ha incrementado, asimismo, la violencia contra líderes campesinos e indígenas y contra los defensores de los derechos humanos. En este sentido, es vital el fortalecimiento de la sociedad civil y el apoyo a iniciativas que denuncien el modelo extractivista, con el objetivo de asegurar el respeto a los derechos humanos, la participación ciudadana y la protección ambiental. 

América Latina, Perú - Foto Ana Castañeda/Manos UnidasLa pandemia ha empeorado también la situación de mujeres y niñas y ha agravado la violencia de género.  Con el fin de promover la equidad y contribuir a la erradicación de esta lacra, seguiremos promoviendo intervenciones que doten de formación, herramientas y recursos a las mujeres, acompañando a las víctimas e incrementando las acciones de incidencia. 

La consulta a nuestros socios locales ofrece, en síntesis, una conclusión muy clara: Manos Unidas, al igual que otras ONG, debe centrarse, en este difícil contexto, en las necesidades más urgentes, sin olvidar  en ningún momento el desarrollo a largo plazo.  

Texto de Juan de Amunátegui. Departamento de Proyectos de América.
Este artículo fue publicado en la Revista de Manos Unidas nº 214 (febrero-mayo 2021).

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