Coronavirus: Y, de repente, el mundo se detuvo

Un año de la pandemia de coronavirus: una de las mayores crisis que se recuerdan.

Una año de pandemia de Coronavirus

En estos días se cumple un año desde que la Organización Mundial de la Salud declarara la primera pandemia del siglo XXI. Ese coronavirus proveniente de Asia, al que todavía no se había puesto nombre, se extendía rápidamente por todo el planeta, poniendo en jaque a los sistemas sanitarios y a una humanidad incrédula ante lo que estaba pasando.

Hace un año que nuestro aparentemente seguro mundo occidental pareció detenerse y, casi suspendidos en el tiempo, asistíamos atónitos a unos hechos que nunca imaginamos que pudieran producirse. La enfermedad, la muerte, el dolor y el miedo llenaban nuestros días vacíos de encuentros y de abrazos, a la espera de una solución por la que se trabajaba a destajo en los principales laboratorios del mundo.       

Pandemia de Coronavirus. Un año después. Foto: Cristina Antolín en Africa/Ricardo OlmedoDurante estos doce meses, el mundo entero se ha visto inmerso en una de las mayores crisis sanitarias y socioeconómicas que se recuerdan. Una crisis que, según los expertos, será más profunda y duradera en los países más empobrecidos, muchos de los cuales han retrocedido de forma importante en los índices de desarrollo.

Desde el inicio de la pandemia en Manos Unidas estuvimos en contacto permanente con nuestros socios locales, que nos alertaban de que las estrictas medidas de confinamiento, decretadas por la mayoría de los gobiernos del mundo, estaban teniendo ya graves consecuencias entre los más empobrecidos y ponían en serio riesgo de pobreza y exclusión a los sectores de la población más vulnerables: mujeres, niños, ancianos, personas con discapacidad, migrantes, indígenas, trabajadores precarios…

Morir de coronavirus o de hambre

Aniversario pandemia de Coronavirus: Foto Manos Unidas en India

Durante el confinamiento, surgió una de las disyuntivas que ha marcado la pandemia entre los más empobrecidos: tener que elegir entre morir de hambre o de coronavirus.

Pandemia coronavirus: Manos Unidas trabajando desde casa

En Manos Unidas no nos hemos dejado vencer por las dificultades. Desde casa y adaptándonos a las circunstancias, hemos sacado adelante nuestro trabajo junto a las personas más necesitadas; un trabajo que no hubiera sido posible sin la respuesta solidaria de miles de amigos, socios y colaboradores. Nuestras 72 delegaciones han sido un ejemplo de adaptación y creatividad. La suspensión de las actividades habituales de campaña, se suplieron con iniciativas online que han permitido continuar con las tareas de sensibilización y concienciación, y seguir transmitiendo nuestro mensaje de esperanza de que un mundo mejor es posible.      

Agradecemos de corazón a todos los que nos han apoyado en estos duros momentos y a quienes, desde sus puestos de trabajo, nos han cuidado y protegido. Acompañamos en el sentimiento a quienes han perdido algún ser querido o cercano y a las personas que están sufriendo la enfermedad y sus consecuencias.

Ahora que, gracias a la vacuna, en las sociedades occidentales empieza a vislumbrarse una luz al final del túnel, reiteramos nuestro compromiso con las personas para las que el hambre y la pobreza siguen siendo una amenaza diaria.

Trabajaremos para que la vacuna sea también accesible para todos ellos y, mientras la pandemia de la desigualdad siga marcando las enormes diferencias entre el rico Norte y el Sur empobrecido, seguiremos esforzándonos por contagiar solidaridad en todos los rincones del planeta. ¡Acompáñanos!

   Campaña "Contagia solidaridad para acabar con el hambre". Manos Unidas                                                                                                                                                                                                                        

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