Mejora del derecho de aprendizaje y diversificación de la enseñanza primaria

Etiopía. Foto: Manos Unidas

Etiopía se encuentra en el Cuerno de África y ocupa 1.221.000 km2. Con 110 millones de habitantes, es el segundo país más poblado del continente. Su Índice de Desarrollo Humano (2018) es el 0,470, ocupando el puesto 173 de un total de 188 países analizados.

Se estima que el 23 % de la población vive por debajo del umbral de pobreza, un número que está en aumento como consecuencia de la pandemia COVID-19. El país tiene más de 80 grupos étnicos y las principales religiones son la cristiana copta y musulmana. El 85 % viven en zonas rurales, por lo que la agricultura forma la base de la economía del país.

En este momento, Etiopía pasa por tiempos muy duros, pasando de ser el país de África subsahariana con el mayor crecimiento anual durante varios años a un crecimiento negativo.

La pandemia es un motivo, pero hay varios otros factores negativos que causan este desarrollo negativo: una guerra civil brutal en la provincia norteña de Tigray desde noviembre 2020, cambios drásticos y repentinos de clima (de sequías hasta inundaciones catastróficas), plagas de langostas eliminando/reduciendo las cosechas y muchos conflictos étnicos violentos en varias regiones.

La importancia de la educación

El Gobierno etíope reconoce la importancia de la educación y durante muchos años ha expandido el número de escuelas públicas en el país, lo que ha mejorado el acceso a la educación para los niños y jóvenes. Sin embargo, los recursos son limitados, por lo cual la calidad de la educación ofrecida es, generalmente, mediocre.

La Iglesia católica, desde hace muchos años, ha reconocido que el acceso a una enseñanza de calidad superior a la que ofrece las escuelas públicas es esencial, por lo cual gestiona una red muy amplia de escuelas, desde nivel preescolar, pasando por primaria y hasta el final del ciclo escolar, siguiendo siempre el programa escolar y contenido del Gobierno.

Etiopía. Foto: Manos Unidas

 

Nuestro socio local, la congregación Franciscan Missionaries of Our Lady (FMOL), gestiona seis escuelas en el país, una de ellas situada en la ciudad de Wolisso con una población de 60.000, en la región de Oromia, a 115 km al suroeste de Addis Abeba.

La escuela Kidane Mihiret fue establecida en el año 2002 e imparte actualmente educación preescolar y el primer ciclo de primaria (nivel 1 al 4) para niños entre 4 y 11 años. Desde su fundación, ha hecho posible una educación de calidad para muchos niños, que antes tenían que desplazarse a mucha distancia o simplemente no podían ir a una escuela. La escuela tiene 425 alumnos, de los cuales 260 van al preescolar y 165 a la primaria.

Uno de los motivos principales del proyecto es hacer posible la inserción y reconocimiento de la política de enseñanza en la región, que establece que las escuelas tienen que ofrecer clases tanto en amárico, como en el idioma oficial local, el oromo.

El idioma oficial en la región es el oromo, aunque el idioma amárico también es usado ampliamente en la población, siendo este último el idioma que hasta ahora se ha impartido en todas las escuelas del país y el más utilizado en la administración y en los medios de comunicación etíopes. En general, todas las escuelas en Wolisso enseñan en ambos idiomas, pero en la escuela de FMOL solo lo hacen en el preescolar y no en la primaria, donde, debido a falta de aulas siempre han enseñado solo en amárico.

Conocedores del valor que tiene para los niños el aprendizaje en las dos lenguas, ambas igual de importantes en la región, las autoridades han exigido a la escuela impartir clases también en oromo.

Por todo esto, solicitan la colaboración de Manos Unidas, el 91 % en la construcción de un bloque con dos aulas adicionales, para que los niños inicien la enseñanza en el idioma oficial del país, el oromo, y contratar a dos profesores adicionales. El socio local contribuye con la compra del equipamiento necesario, que supone el 9% del coste total del proyecto.

Etiopía. Foto: Manos Unidas

El proyecto también forma parte del plan de la congregación de expandir la escuela primaria para cubrir el ciclo completo de primaria, incluyendo también los cursos 5º y 6º, para el cual necesitan disponer de más aulas. La ejecución del proyecto supone ampliar la escuela con dos aulas y hará posible cumplir con los requisitos del Gobierno.

Los beneficiarios directos son los 425 alumnos (206 chicas / 219 chicos) entre 4 y 11 años de escuela primaria y preescolar de Kidane Mihiret, situada en la ciudad de Wolisso, donde habitan 60.000 personas. Los beneficiarios indirectos son las familias de los niños.

Perquè Mans Unides pugui dur a terme projectes com aquest.

Dóna

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