Finaliza con éxito el convenio con Maquita en Ecuador

Más de 1.000 familias mejoran sus condiciones de vida gracias a esta intervención.

Manos Unidas ONG - El Secretario General de Manos Unidas, Ricardo Loy, con algunos de los beneficiarios y socios locales del proyecto con Maquita (Ecuador)

Iniciado en 2018, el Convenio tenía el objetivo de promover y fortalecer la producción ecológica, el comercio justo y el consumo responsable en Ecuador. La Fundación Maquita y Manos Unidas han implementado sobre el terreno este programa de casi cinco años, que ha sido posible gracias al apoyo técnico y financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El acto de cierre será una jornada festiva, en la que participarán las comunidades implicadas en el proyecto, así como representantes de Manos Unidas, como Ricardo Loy, Secretario General de la entidad.
Si quieres verlo en directo, conéctate a la página de nuestro socio local en Facebook, a partir de las 15:30 h (hora española), en este enlace.

En este tiempo, y gracias al trabajo e implicación de los impulsores y beneficiarios, se han logrado multitud de avances en los territorios costeños de Esmeraldas y Manabí y en Chimborazo, localizado en la sierra ecuatoriana.

Agricultura familiar campesina

1.000 familias han participado del programa de impulso a los Sistemas Agroecológicos Integrales Sostenibles (SAIS), mediante un proceso de transición agroecológica en torno a un producto estratégico: cacao en Manabí y Esmeraldas y quinoa en Chimborazo.

Todo ello a través de capacitaciones, asistencias técnicas, intercambios locales de experiencias y conocimientos, dotación de materiales e insumos y facilitación de tecnologías accesibles a las mujeres.

Como resultado, hemos conseguido sistemas de producción más equilibrados, menos dependientes y más biodiversos, con el que las familias involucradas en agroecología han incrementado un 11% su renta productiva.

Emprendimientos de economía social y solidaria

El Convenio ha apoyado 27 emprendimientos de economía social y solidaria (10 de ellos de Manabí, 8 de Esmeraldas y 9 de Chimborazo), los cuales han innovado sus procesos productivos, comerciales y sociales.

Hoy por hoy, las personas implicadas en estas iniciativas elaboran productos diferenciados por calidad e identidad y las familias vinculadas a los mismos han mejorado sus ingresos procedentes de la actividad empresarial.

Empoderamiento de mujeres

Las mujeres han experimentado un proceso de crecimiento personal, social y de ejercicio de sus derechos. Ellas han adquirido una nueva visión de sí mismas, de sus capacidades y de sus potencialidades para tomar sus decisiones, desnaturalizar la violencia de género en sus vidas y familias; así como también desarrollar sus liderazgos e incidencia en sus organizaciones y territorios.

Como una iniciativa paralela, se han llevado a cabo procesos de sensibilización con hombres en torno a la igualdad de género y el ejercicio de modelos de masculinidad más igualitarios. Aunque los efectos logrados son menores que con las mujeres, los hombres han reflexionado sobre la importancia de cambiar los patrones de comportamiento patriarcales y machistas.

Los productos llegan al mercado

Gracias al Convenio de Maquita y Manos Unidas, se han consolidado ferias semanales para la producción familiar campesina y los productos de la economía social y solidaria. Se trata de mercados alternativos que promueven relaciones más justas y equitativas entre las personas que producen y las personas que consumen.

Estos mercados son una alianza entre el campo y la ciudad y en estas ferias se reconoce el valor del trabajo. Aquí, el precio es justo tanto para las personas productoras como para las consumidoras y se fomenta el consumo ético y consciente y las prácticas sostenibles con el ambiente.

Varios emprendedores se han atrevido con la comercialización digital a través de sus estrategias de marketing, han generado acuerdos comerciales con nuevos clientes y muchos de estos productos se venden también ahora en los bares de algunas universidades.

Sensibilización a favor del consumo ético

580 estudiantes de cuatro universidades del país y más de 320 ciudadanos y ciudadanas han participado en acciones de información, educación y comunicación sobre consumo ético, responsable y saludable de alimentos.

En este ámbito, y en el marco del Convenio, se han generado y difundido herramientas pedagógicas de educación para el consumo, escasas hasta el momento en Ecuador y en América Latina. El blog, las historias gráficas, el recetario, los cursos virtuales o el teatro, ponen al servicio de la ciudadanía ecuatoriana información y capacidad de análisis crítica de las situaciones y sensibilidad respecto a las decisiones de consumo y sus consecuencias.

Posicionando la agroecología

La acciones de las entidades del Convenio han logrado que varias instituciones oficiales hayan formulado iniciativas públicas que incluyen propuestas de promoción de la agroecología, el comercio justo, el consumo responsable y la economía social y solidaria.

Estos marcos normativos y estratégicos incluyen medidas de promoción, de formación, de fortalecimiento comercial y otras actividades claves dentro de su cadena de valor, así como de sensibilización, socialización y posicionamiento entre familias productoras y consumidoras del comercio justo y el consumo responsable de bienes y servicios.

La Fundación Maquita y Manos Unidas realizaron un trabajo previo con productores/as y con emprendedores/as, principalmente del sector rural y sus organizaciones comunitarias y asociaciones, garantizando su participación e incorporación de su visión en los marcos normativos. A la vez, ha sido parte de su socialización e implementación.

Además, cuatro universidades se han comprometido con el comercio justo y lo apoyan a través de varias actividades académicas, de extensión social y de vinculación directa con las organizaciones de economía social y solidaria y de pequeños productores de comercio justo.

Las universidades forman a presentes y futuros tomadores de decisiones políticas, y son fundamentales en todos los procesos formativos, de investigación y desarrollo.


Varias beneficiarias sonríen a cámara mientras muestran su agradecimiento a Maquita y Manos Unidas.

«Animamos a todas las personas e instituciones que lo han hecho posible, a seguir trabajando porque la sociedad que soñamos, justa, equitativa y sostenible, sí es posible». afirma Estíbaliz Taboas, Coordinadora del Convenio para Manos Unidas en Ecuador.

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