La mitad de la población mundial no tiene cubiertos los servicios de salud.
Más de la mitad de la población mundial aún no está cubierta por servicios de salud esenciales y dos mil millones de personas enfrentan graves dificultades financieras al hacer frente a los gastos derivados de los servicios sanitarios que necesitan, según un estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, publicado recientemente.
Ambos organismos hicieron hincapié en la necesidad de la cobertura universal de salud para combatir la pobreza y pidieron que se priorice ese apartado en los presupuestos gubernamentales. De esta manera, se lograría una mayor igualdad en la prestación de servicios de salud esenciales de calidad y en la protección financiera de la población.
Según el estudio, en las últimas dos décadas, menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura de los servicios de salud y ha reducido el gasto que deben hacer quienes no tienen esos servicios.
Cerca de 1300 millones de personas se vieron empujadas a la pobreza, o a una pobreza más aguda cuando ya eran pobres, a causa de esos desembolsos. Entre esas personas se cuentan 300 millones de personas que ya vivían en la pobreza extrema, de tal manera que muchas veces las familias deben elegir entre pagar una visita al médico, comprar comida y agua o enviar a sus hijos a la escuela.
En Manos Unidas trabajamos para que todas las personas tengan la posibilidad de hacer frente a la enfermedad con acceso a medicamentos, vacunas, servicios de asistencia, agua potable, condiciones de higiene digna y educación.
«Nuestra experiencia nos dice que la promoción de la salud y el desarrollo caminan juntos y que luchar contra la pobreza nos ayudaría a reducir la incidencia de muchas enfermedades en la población más necesitada y revertiría en unas mejores condiciones de vida y, por tanto, en mayores oportunidades de desarrollo», asegura María José Hernando, del Departamento de Estudios.
Así, en el año 2002 Manos Unidas aprobó 82 proyectos, por importe de 4,3 millones de euros destinados a promover el derecho a una vida sana y saludable de todos los seres humanos. Estas iniciativas tuvieron un impacto directo en más de 900.000 personas.
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