Manos Unidas ante la COP28 de Dubái.
La COP28, la conferencia sobre el cambio climático de la ONU, se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en la Expo City de Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Allí, los Gobiernos nacionales llevarán a cabo, por primera vez, un «balance mundial» que establecerá los progresos realizados por los países en relación con los compromisos de reducción de emisiones que asumieron en París.
La COP28 es una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta (ONU).
2023 podría ser recordado como el año en el que rompimos múltiples récords de altas temperaturas en diferentes ciudades del mundo, y en mares y océanos de diferentes latitudes. Solo en España, y solo en verano, se han batido 552 récords absolutos de temperatura. Pero, lamentablemente, lo más probable es que 2024 sea peor y se superen nuevos récords. Y 2025, todavía peor. Los compromisos adquiridos por los países en 2015, en el Acuerdo de París, para no superar un aumento global de la temperatura a finales de siglo de entre 2 y 1,5 ºC, a la vista está, son claramente insuficientes.
Lo más preocupante, lo sabemos, es:
Por eso, desde Manos Unidas, siempre hablamos de Justicia Climática.
El clima, las causas de su cambio acelerado y las consecuencias que provoca son un asunto de justicia, porque, aunque supone un riesgo global para toda la humanidad, es una amenaza radical para las personas más vulnerables del planeta y, además, destruye los ecosistemas de los que depende la supervivencia de millones de personas. Como dice Francisco en Laudato si', «No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental» (LS 139).
La COP28 tendrá lugar del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái. En ella se abordarán cuestiones muy importantes para la justicia climática:
En Manos Unidas, como parte de Enlázate por la Justicia, además, nos preocupa la deriva actual de la Transición Energética hacia energías renovables. Sabemos que esta transición está significando, cada vez más, una mayor presión sobre los minerales estratégicos o «de transición» como el litio, níquel, cobalto, grafito, etc., lo que significa mayor destrucción de la naturaleza y de los ecosistemas, envenenamiento de las aguas, expulsión de comunidades enteras de sus territorios, violación de derechos colectivos e individuales, etc. Una transición que no sea justa, inclusiva y sostenible no es transición.
El papa Francisco, que finalmente no podrá estar presente en Dubái los primeros días de la COP28, al anular por cuestiones de salud el viaje apostólico que tenía programado, ha convertido la defensa del medioambiente y de la casa común en uno de los pilares de su pontificado. En su última exhortación apostólica, Laudate Deum (continuación y actualización de la Laudato si'), volvía a hacer hincapié en la urgencia necesaria para afrontar la crisis climática:
Hoy podemos seguir afirmando que «los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplimientos. Los principios enunciados siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica». También que «las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad» (LD 52).
Desde Manos Unidas invitamos a todas las personas que crean en la necesidad de una urgente y real justicia climática a unirnos y participar en las movilizaciones que tendrán lugar en diferentes ciudades (de España y del mundo) los próximos días 2 y 3 de diciembre.
En ellas, y desde ya, nos uniremos a los mensajes y las reivindicaciones de las redes de las que formamos parte:
Caminamos con la confianza de que juntos, y junto con otras redes y personas, podremos avanzar en la construcción de un mundo más justo, sostenible e inclusivo. Y que el cuidado integral del planeta, de los demás y de nosotros mismos pasa necesariamente por contar con un mundo habitable y un medio ambiente sano, que nos permita construir relaciones de justicia y solidaridad entre los pueblos, y cuidar por igual de la dignidad de todos los seres humanos.
¡JUSTICIA CLIMÁTICA YA!