La presidenta de Acción Católica ha asistido como invitada especial a la primera Asamblea del Sínodo
Eva Fernández Mateo, presidenta de Acción Católica de España, ha participado como invitada especial en la primera Asamblea General Ordinaria del Sínodo, celebrada del 4 al 29 de octubre de 2023 en el Vaticano. Convocado por el papa Francisco, el encuentro ha girado en torno al tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
Creo que ha sido una gran oportunidad asistir a la Asamblea y creo que continúa siendo una oportunidad preciosa para poder compartir entre todos y vivir la corresponsabilidad de la Iglesia. Este sínodo también nos ayuda a preguntarnos cómo anunciar, de una manera mucho más cercana a las personas, a Jesucristo y el poder construir el reino de Dios de una manera actualizada en él en el siglo XXI.
Estamos todavía en un proceso. Yo asistí a la primera Asamblea que trataba de profundizar el contenido de lo que es una Iglesia Sinodal y ahora se trata de ir dando pasos, de ir concretando, de manera personal, las pautas para aplicar en nuestra realidad todo lo que se puso sobre la mesa en esta primera Asamblea. Invito a todo aquel que esté interesado a que lea el informe de síntesis de la primera Asamblea y vea las llamadas que le hace el Señor.
Más allá de ese escenario a nivel personal, creo que Manos Unidas, desde su experiencia de compartir, de luchar por los derechos de las personas y trabajar en equipo por los más vulnerables, puede aportar una visión más global a esas primeras ideas que se compartieron en la primera reunión del Sínodo.
A nosotros, como Acción Católica, nos ayudáis a poner a los pobres en el centro de la vida de la Iglesia y nosotros os damos ese aporte para seguir descubriendo cuál es la voluntad de Dios. Creo que no sólo somos capaces de hacer un proyecto con los pobres, sino también anunciarles el Evangelio, darles a conocer más nuestra fe para poder dar razón de nuestra esperanza y luego también a dar testimonio con nuestra vida. Creo que nos ayudamos mutuamente a crecer y a vivir lo que Dios quiere.
La misión sigue siendo la misma que desde nuestros inicios y es anunciar a Jesucristo en medio del mundo. En la actualidad tenemos un montón de retos, la gran secularización es uno de los principales que tenemos, pero también, dentro de la Iglesia, debemos renovar nuestra esencia misionera.