Financiaremos, con fondos propios, dos programas de cooperación en Ecuador y Perú.
El pasado mes de marzo, se presentaron dos programas de cooperación al desarrollo, financiados con fondos de Manos Unidas, que se llevarán a cabo en Perú y Ecuador durante los próximos cuatro años.
El 1 de marzo, se realizó la presentación oficial del programa “Crecer Rural”, que contribuirá al impulso del tejido económico y la prevención de la violencia en 4 provincias de la Región de La Libertad, Perú.
Este programa, que será desarrollado por Manos Unidas y CEDEPAS Norte, una organización con amplia experiencia de trabajo en la zona, fue presentado en las instalaciones de la Cámara de Comercio de La Libertad, en Trujillo (Perú).
El acto contó con la participación de la Vicegobernadora Regional de La Libertad; representantes de instituciones y organizaciones aliadas en la realización del programa como la Gerencia Regional de agricultura, la Cámara de Comercio de España en Perú, la Cámara de Comercio de la Libertad, Propuesta Ciudadana y la Universidad de Trujillo; Alcaldes/as de las provincias y distritos de intervención del programa y representantes de otras instituciones y organizaciones de la región de La Libertad.
La principal actividad económica en las provincias de intervención es la agropecuaria de subsistencia que se realiza en pequeñas parcelas. El 23,60% de la población vive en situación de pobreza y el 6,90% en situación de pobreza extrema.
Para mejorar su calidad de vida, productores y productoras agropecuarios de granos andinos (quinoa y altramuz), lácteos y cuyes, se han asociado para la venta de su producción, bien de forma natural o transformada en forma de harinas, quesos, etc.
Estas empresas asociativas, aún son incipientes y no están logrando generar ingresos suficientes para garantizar el acceso de sus integrantes, a unos medios de vida adecuados.
El programa apoyará a cerca de 2.000 productores y productoras agropecuarios y a sus empresas asociativas, tanto para el incremento de la productividad de sus parcelas, como para la mejora de los procesos de transformación, asegurando que sean medioambientalmente sostenibles y acordes con los principios de la economía circular. Asimismo, apoyará a estas empresas asociativas en el fortalecimiento de sus procesos organizativos, gestión empresarial y comercial, mejorando sus capacidades de generación de ingresos.
Igualmente, con objeto de que las instituciones regionales y provinciales con competencias en materia de desarrollo económico mejores su desempeño y la acción del programa tenga continuidad una vez finalizado el mismo, se promoverán y fortalecerán espacios de articulación en los que instituciones, empresas, universidad y sociedad civil desarrollan políticas y programas orientados al fortalecimiento del tejido económico local.
A pesar de la existencia de políticas y normativas para la lucha contra la violencia de género en Perú, en las provincias de intervención del programa existen altas tasas de violencia de género y el 58,4% de mujeres de La Libertad afirman haber sufrido algún tipo de violencia psicológica, física y/o sexual. La alta dispersión de la población en la zona limita, además, la presencia y acción de las instituciones responsables de la garantía del derecho de la mujer a una vida libre de violencia.
El programa contribuirá a la reducción de la violencia de género fortaleciendo espacios de articulación de las instituciones provinciales y distritales implicadas en la prevención de la violencia de género para un mejor funcionamiento. Asimismo, fortalecerá a grupos de mujeres que se han organizado como defensorías comunitarias que realizan acciones de sensibilización, y acompañamiento de mujeres víctimas de violencia en el acceso a los servicios de denuncia y asistencia existentes.
El 62,8% de las mujeres que viven en zonas rurales en Ecuador denuncian haber vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). En el medio rural, se tiende a justificar o culpabilizar a las mujeres de estas agresiones.
Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer 2024, se presentó oficialmente el programa "Resiliencia socioeconómica de las mujeres indígenas y campesinas de Chimborazo y Tungurahua en contexto de pospandemia" con el título "Mujeres libres, diversas y juntas. Warmi Rickchary", con el objetivo que las mujeres aumenten sus ingresos y alcancen su autonomía e independencia económica.
Para ello, se trabajará en la mejora de la salud de los suelos de las tierras productivas, a través de la transición hacia la agroecología, reduciendo los costes y obteniendo un mayor margen de beneficio por sus producciones.
En Ecuador se registraron 321 feminicidios en el año 2023, según datos de la Fundación Aldea.
El programa, de 4 años de duración, será llevado a cabo por las organizaciones ecuatorianas CESA, Fundación Maquita y Fundación Nosotras con Equidad, con el apoyo técnico y financiero de Manos Unidas.
Se fortalecerá la cadena de valor de lácteos y se promoverán emprendimientos económicos solidarios que transformen los productos y de los cuales se puedan obtener un mayor rendimiento. También se apoyarán las cajas comunitarias solidarias, que son un gran recurso de ahorro y financiación para las mujeres, ya que les facilitan la obtención de pequeños créditos en sus propias comunidades para cubrir las necesidades básicas.
El programa promoverá espacios de formación para mujeres y jóvenes para aumentar su participación e implicación política, el conocimiento de sus derechos y el fortalecimiento de las redes de organizaciones de mujeres.
Igualmente, para mejorar la atención a las víctimas de violencia de género, se difundirán las rutas con los servicios de atención a las víctimas, se elaborarán los protocolos de atención en el marco de las justicias ordinaria e indígena y se capacitará a las autoridades de ambas justicias para la aplicación de estos protocolos. Asimismo, se establecerán centros de atención a víctimas de violencia de género, desde un enfoque intercultural, para atender a las mujeres indígenas y campesinas en las parroquias a las que pertenecen las comunidades rurales, para dar un servicio de calidad y cercanía.
«El gran reto es llevar el mensaje a las comunidades rurales. Existe preocupación en cómo se están resolviendo los casos de violencia en las comunidades. Las mujeres víctimas se encuentran encerradas en los círculos de violencia. No solo se trata de denunciar, sino también de trabajar en la autoestima de las mujeres, en sanar de las heridas emocionales», afirma Sara Lema, una mujer joven de Colta.
Dada la importancia de comenzar con la sensibilización desde la infancia, se trabajará en la prevención de la violencia de género con niñas, niños, mujeres y hombres.
En el programa participarán 1.360 personas titulares de derechos, 1.057 mujeres y 303 hombres indígenas kichwas y campesinas/os de 39 organizaciones productivas, autoridades comunitarias, universidades, gobiernos locales, tenencias políticas, organizaciones indígenas y oficinas ministeriales.
Para conocer más sobre el programa en Ecuador, visita la noticia que publicamos el 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer 2024.