Con motivo de su décimo aniversario, la agencia de comunicación Europa Press Social ha publicado una serie de contenidos especiales, entre los que se incluye una entrevista a nuestra compañera Alejandra Escalada, expatriada desde 2015 en Senegal como técnico del Convenio cofinanciado por Manos Unidas y la Cooperación Española.
Con motivo de su décimo aniversario, la agencia de comunicación EP Social ha publicado una serie de contenidos especiales, entre los que se incluye una entrevista a nuestra compañera Alejandra Escalada, expatriada desde 2015 en Senegal como técnico del Convenio cofinanciado por Manos Unidas y la Cooperación Española y en la que nos habla de la falta de una alimentación adecuada cómo principal necesidad.
A continuación destacamos algunos fragmentos de la entrevista (pulsa aquí para leerla completa que se puede leer completa aquí.
Llegué a Senegal a principios de 2015 y, aunque es mi primera experiencia como cooperante, ya había trabajado aquí en 2007 con la AECID. Llevo vinculada al mundo de la cooperación desde 2004 pero es algo que, de siempre, me ha interesado, pues viendo todas las desigualdades y las dificultades que se sufren en el mundo, sentí la obligación moral de hacer todo lo posible por paliar estas situaciones.
Mi trabajo se centra fundamentalmente en hacer el seguimiento de las actividades que desarrollamos en terreno para asegurar que todo se hace cumpliendo la normativa tanto de la AECID como de Manos Unidas. Otra parte importante es el tiempo que dedico a mantener las relaciones con los socios locales y la población así como el contacto permanente con mis compañeros de la oficina en Madrid para explicarles todo lo que sucede.
En Senegal hay muchas necesidades por la falta de acceso a los servicios más básicos (agua corriente, electricidad, salud, higiene, educación) pero, en nuestra zona, hemos diagnosticado que la principal necesidad es la falta de una alimentación adecuada, lo que influye negativamente en la salud y el desarrollo de las personas y no les permite romper el círculo de la pobreza. Por eso trabajamos en agricultura, instalando sobre todo huertos comunitarios y dando facilidades de acceso al agua con pozos que incluyen una bomba de extracción a través de paneles solares. En estos huertos, son mayoritariamente las mujeres las que trabajan por lo que aprovechamos también para mejorar sus condiciones de vida a través de sensibilizaciones en las comunidades sobre derechos de las mujeres, lucha contra la violencia de género y refuerzo en participación social.
De esta manera, nuestro trabajo se suma a los esfuerzos que Manos Unidas está realizando a través de la Campaña que tiene como lema 'El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida', porque en Manos Unidas creemos firmemente que se puede erradicar el hambre si conseguimos una producción de alimentos centrada en satisfacer el consumo humano (no en la especulación), que sea sostenible, que sea respetuosa con el medio ambiente y evite el desperdicio.